Saturday, 22 November 2014

Descargas Panart y algo mas..

Asi se grabaron las verdaderas descargas en Panart 
Julio se me acerca y dice: ‘Vamos al estudio, a Panart Records’”, cuenta Walfredo de los Reyes, Sr. Nuestra conversación transcurre más de 60 años después de aquella noche habanera de 1956. Sin embargo, el músico cubano recuerda claramente la jam session, o descarga, liderada por el director de orquesta Julio Gutiérrez y el afamado pianista Peruchín en los estudios de Panart.Julio Gutiérrez retratado por NarcyPeruchín

De los Reyes todavía era conocido como Walfredo de los Reyes Jr. (Después heredaría el sufijo patriarcal de su padre, el trompetista de Casino de la Playa). Esa noche, cuando el joven batería y timbalero terminó de tocar en el Hotel Nacional con Gutiérrez y otros músicos de su banda, se trasladaron hasta el número 410 de la calle San Miguel. Encontraron abiertas las puertas de la casa colonial de techos altos que el fundador de Panart Records, Ramón Sabat, había convertido en los estudios de grabación más modernos del Caribe en 1943 (luego, y hasta hoy, el mismo estudio sería la sede del sello cubano Egrem).

A mediados de los años cincuenta, Panart, el primer sello independiente cubano, había dejado de ser una nueva empresa rudimentaria que luchaba por aliviar el control de la multinacional RCA Victor en el mercado, para convertirse en una marca respetada con distribución internacional y un éxito comercial cada vez mayor. Además de grabar los grandes éxitos de muchos de los artistas más populares de la época, Sabat siempre andaba buscando nuevas formas de llevar la música cubana al mundo.

“Había unas 20 personas en la sala en ese momento. En una mesa había ron y coñac español,” recuerda de los Reyes. “Pedro Ximénez, que entonces era popular en La Habana–, Coca-Colas, Canada Dry (no Scotch, ése era americano). Algunas de esas personas no tocaban, estaban allí para pasar el rato, pero también eran músicos. Era como una gran fiesta. Empezamos a tocar. Peruchín hacía alguna cosita al piano, la clave, el tumbao… No había nada escrito. Julio se sentaba al piano y comenzaba una frase, y el resto de los chicos lo seguían. Improvisábamos melodías diferentes”.

«Estábamos grabando cómo nos sentíamos, lo que salía de nosotros», confirmó Gutiérrez en una entrevista con el coleccionista e historiador musical Cristóbal Díaz Ayala. El respetado pianista y compositor estaba en la cima de su carrera en el momento de la descarga, dirigiendo varias bandas, incluyendo la orquesta del Canal 4 de la emergente televisión cubana. “”, dijo.

Aquella noche, el pequeño círculo de músicos de La Habana que sentaría las bases del jazz cubano tocaría, como tantas otras noches, hasta el amanecer, “haciendo que la música diera un giro de 360 grados”, en palabras del maestro bajista y pionero del mambo Israel “Cachao” López. Los músicos tocaban temas de mambo, cha cha chá y conga, deconstruyendo y reimaginando el sonido de los números que las grandes bandas solían interpretar en el escenario.

Pero esta vez, toda la descarga sería grabada.

El registro de esa noche se convertiría en dos discos de Panart: Cuban Jam Session Vol. 1 y Cuban Jam Session Vol. 2, de Julio Gutiérrez.

La Esquina Habanera recuerda lo que paso aquella noche del 56 , en los estudios de Ramon Sabat en la Habana Cuba.
Fueron seguidos por tres álbumes más: Cuban Jam Session 3, de Niño Rivera.
Descargas Cubanas de Cachao, – conocido como Cuban Jam Sessions in Miniature en su edición norteamericana que seria el volumen 4.
 
Aqui esta para que disfruten parte de esta historica grabacion en los estudios Panart propiedad de Ramon Sabat.
Cuban Jam Session Vol. 5, dirigido con su característico swing por el aclamado flautista José Fajardo y líder de múltiples bandas populares dentro y fuera de Cuba.La grabación de esa última Cuban Jam Session fue diferente al resto: grabado en dos partes, primero en La Habana y años más tarde en Nueva York, y estuvo condicionada por los cambios históricos que se precipitaron en Cuba y que marcaron el final de una irrepetible era musical.

A continuacion escucharan parte de la grabacion de 1957 en los estudios Panart en Cuba.
A continuacion parte de lo que fue grabado en los Estados Unidos en 1964 . 
Los cinco volúmenes de descargas de Panart fueron grabados a lo largo de casi una década, de 1956 a 1964. Juntos resumen el panorama histórico y estilístico de la música cubana desde el son montuno de los big bands hasta la rumba afrocubana, pasando por el mambo, el cha cha chá y la música guajira acústica, al mismo tiempo que dan testimonio de la larga relación de Cuba con el jazz y la música popular estadounidense.

Los álbumes presentan de forma colectiva un elenco que a los aficionados de la música cubana y el jazz latino de hoy podría parecer simplemente increíble, pues en él figuran no sólo muchos de los músicos cubanos más innovadores de la época, sino también muchos de los más grandes de todos los tiempos. Entre los intérpretes, para nombrar solo algunos, figuran el flautista Richard Egües, de la Orquesta Aragón; el conguero Tata Güines, Orestes López, hermano de Cachao, al piano; el pionero batería de jazz cubano Guillermo Barreto, el genial improvisador de scat cubano Francisco Fellove, el trompetista Alejandro “El Negro” Vivar y su hermano, Salvador Vivar, en el bajo; y el percusionista Oscar Valdés, co-fundador del grupo Irakere.

“Era imposible llevar la cuenta de todos los músicos que iban y venían”, escribió la esposa de Ramón Sabat, Julia, recordando aquella primera noche de descarga de Panart. Algunos de los intérpretes pidieron expresamente permanecer en el anonimato porque tenían contratos con otros sellos discográficos.

De los Reyes recuerda que la cantante Omara Portuondo, de asidua presencia en las descargas nocturnas de La Habana, estaba entre la pandilla presente esa noche. Pero con 87 años en el momento en que se escriben estas líneas, Portuondo no puede confirmar o negar su presencia en la grabación. Con la escasa documentación existente, y con cada vez menos testigos para contar las historias de estas descargas, también han quedado borrosos detalles como las fechas exactas de lanzamientos de los múltiples ediciones de los jam sessions de Panart distribuidos por varios países, y antes y después de la nacionalización del sello en 1961.
Lo que es innegable es que los álbumes Cuban Jam Session dejaron al descubierto la “cara B” de la Edad de Oro de la música cubana: los encuentros informales que ocurrían lejos de los espectáculos coloridos y la espléndida decadencia de la legendaria vida nocturna de La Habana. En las descargas que se celebraban en la madrugada de cualquier día de la semana y con regularidad los domingos, los músicos podían “dejar salir las expresiones que teníamos dentro”, como lo describió para mí en una ocasión el pianista Bebo Valdés. Para los músicos de La Habana, las jams eran como salir al patio de recreo. Pero los sellos discográficos buscaban los boleros románticos y los éxitos de las big bands cubanas que pasaban de la pista de baile a las victrolas, y que se vendían dentro y fuera de Cuba.

Fuente : Gladys Palmera

 A continuacion les entrego 2 compilaciones de descargas ....disfrutelas.
Cualquier duda escribenos a nuestro correo personal
E-mail:losamigosdeasad@gmail.com

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